Bratislava

En agosto del 2008, de nuevo Almudena, Alicia y yo, Alison, realizamos la segunda parte de nuestra ruta del Danubio. El año anterior habíamos realizado la ruta Passau-Viena y al año siguiente decidimos hacer el siguiente tramo del Danubio: Viena–Budapest. Una ruta que resulto ser diferente de la anterior, debido a que la infraestructura no es tan buena en la parte húngara. Es un poco más dura, con más pendientes y con bastantes trayectos por carretera, sin carril bici, alejándose en numerosas ocasiones del Danubio. A diferencia del tramo Viena-Passau, esta ruta no la recomiendo hacer con niños, a menos que estén acostumbrados a la bicicleta. Durante nuestra ruta conocimos a una familia italiana que viajaban con dos niños de 7 y 12 años y una niña de 10 años. Era la primera vez que hacían un viaje de este tipo y los niños lo llevaron muy bien, eso sí eran todo energía sobre todo el “peque” de la familia. Los veíamos casi todos los días, y nos sorprendía verlos por la noche cenando tranquilamente y en el desayuno normalmente salían antes que nosotras. ¡Era admirable!.

Esta ruta es interesante, sobre todo por las tres capitales que visitamos Viena, Bratislava y Budapest. Si se dispone de tiempo realmente vale la pena hacer noches extras en cada una de ellas. Nosotras optamos por hacer una noche más en Bratislava y cinco en Budapest, Viena ya lo habíamos visitado el año anterior. Esta ruta no se presta tanto a parar y hacer visitas como la ruta Passau-Viena, por lo que llegábamos antes a nuestro destino, permitiéndonos disfrutar de las ciudades en las que pernoctábamos.

La ruta que hicimos tiene varias opciones y las podéis encontrar en https://viajesenbicicletas.com. Os detallo la que hicimos nosotras por etapas:

Día 1: Alicante-Nueremberg-Viena
Día 2: Etapa en bicicleta Viena-Petronell (62 km)
Día 3: Etapa en bicicleta Petronell-Bratislava (38 km).
Día 4: Día extra en Bratislava
Día 5: Etapa en bicicleta Bratislava-Moson Magyaróvár. (52 km)
Día 6: Etapa en bicicleta Moson Magyaróvár-Györ (59 km)
Día 7: Etapa en bicicleta Györ-Tata (72 km)
Día 8: Etapa en bicicleta Tata-Esztergom (62 km)
Día 9: Etapa en bicicleta Esztergom-Budapest (84 km)
Días extras en Budapest.

He de agradecer las anotaciones que realizó Almudena, las cuáles me han ayudado a relatar nuestra experiencia. Gracias Almu.

Aquí os dejo unas imágenes de la ruta:

Día 1: Alicante-Nueremberg-Viena

Nueremberg

Tuvimos que madrugar bastante ya que nuestro vuelo salía del aeropuerto de Alicante a las 07.50 con destino a Nueremberg donde tuvimos que esperar varias horas para conexionar con nuestro vuelo que nos llevaría a Viena. ¡Los aeropuertos son duros y hay que tener paciencia!Llegamos a Viena a las 19.00 horas. Como hicimos el año anterior mientras Almudena y Alicia esperaban el equipaje yo me acerqué a la oficina de turismo para comprar los billetes de tren para ir a nuestro hotel. Cogimos la línea S7, paramos en Wien Nord/Praterstern y una vez allí cogimos la línea U1, dirección Kagran, parada de nuestro hotel, el Donauzentrum.

El hotel esta bastante bien y aunque no es céntrico tiene muy buenas conexiones y es perfecto para empezar la ruta. Nada más llegar nos dirigimos a recepción donde nos dieron toda la documentación del viaje, bonos, mapas, datos informativos, libro de ruta… eso sí todo en inglés. La recepcionista nos comentó que al día siguiente habría una reunión para explicarnos la tónica del viaje. Las bicicletas estarían preparadas en el sótano del hotel. Nos insistió en que pusiéramos las pegatinas en las maletas y las bajáramos a recepción por la mañana. (Ya comentamos la importancia de las etiquetas en nuestra primera ruta). Por último nos dio tres vales para que tomáramos una copa de bienvenida en el pequeño bar del hotel. Tal y como hicimos el año anterior subimos a comprobar la documentación, luego nos duchamos y salimos a cenar.

Cerca del hotel hay un centro comercial grande. Tras entrar vimos varias áreas de ocio y restauración. Nos dirigimos a esta última y tras barajar las diferentes posibilidades decidimos cenar en un griego. Nos tomamos una sopa, la cual nos reconfortó y una mousaka que nos hizo saciar el hambre de un día de comidas irregulares a base de bocadillos. Tras llenar nuestros estómagos nos sentimos más relajadas y con impaciencia por comenzar la ruta. Nos dirigimos al hotel para ir al pequeño bar que había en recepción para tomarnos esa copa de bienvenida y continuar charlando sobre las expectativas y la ruta que tomaríamos al día siguiente. Después de pasar un rato agradable decidimos subir a la habitación e irnos a la cama dónde comenzamos a oír como la lluvia golpeaba con fuerza las ventanas, acompañada de truenos y relámpagos. Las tres deseábamos que fuera una tormenta de verano ya que la etapa del día siguiente prometía ser un poco dura, teníamos unos 60 km por delante.

Día 2: Etapa en bicicleta Viena-Petronell (62 km)

Etapa en bicicleta Viena-Petronell

Nos despertamos a las 7.15. Nos alegró ver que no llovía aunque el día estaba nublado. Tras equiparnos para la ruta pusimos en dos bolsas de basura lo que nos íbamos a llevar en las alforjas; un jersey, agua, anorak… de esta forma si llovía no se mojaría nada, ya que las alforjas no son impermeables. Hoy desde luego no íbamos a necesitar el bañador. Tras el desayuno, sobre las 8.30, nos dirigimos a la sala de reuniones. Allí nos informaron, en inglés, de cómo se iba a desarrollar la ruta. Se aseguraron de que todos teníamos los bonos de los diferentes hoteles, y de que habíamos puesto las etiquetas en las maletas y bajado las mismas a recepción.

Viena. Comienza la ruta

Viena. Comienza la ruta

La reunión no se alargó demasiado ya que la información era clara, es cierto que nosotras jugábamos con ventaja ya que ya habíamos hecho una ruta cuya logística era similar. Tras aclarar algunas dudas nos dieron un ticket a cada una con un número y nos dirigimos al sótano. Allí vimos decenas de bicicletas y teníamos que buscar aquella que coincidiera con nuestro ticket, afortunadamente estaban de las primeras. Pensamos que habíamos tenido suerte y que nos pondríamos en camino en seguida, pero nos equivocamos. Se equivocaron con mi altura y me dieron una bicicleta demasiado alta para mí y no resultaba nada cómoda, así que tuvimos que esperar hasta que me la pudieron cambiar por otra. La bicicleta iba acompañada con un kit de reparación por habitación, una bomba de aire, un candado con su clave y un chaleco reflectante, obligatorio usarlo en Hungría en caso de niebla. Tras probar las bicicletas nos pusimos en marcha. Al final salimos sobre las 11.00 de la mañana.

El día en esta ocasión no acompañaba, hacía frío y viento. Tuvimos que parar para abrigarnos un poco. Nos liamos un poco para salir de Viena, fue complicado, por lo que añadimos algunos kilómetros más a la ruta. Teníamos ganas de coger la ruta, pero el tiempo era desapacible y el viento cada vez que venía de cara nos impedía avanzar. Al final conseguimos salir de la ciudad y comenzar la ruta propiamente dicha.

Comiendo en un chiringuito de Schönau

Comiendo en un chiringuito de Schönau

A media mañana pasamos por Schönau, un pueblo pequeño y muy tranquilo donde decidimos parar en un chiringuito para comer algo, ya que después pasaríamos por el parque nacional de Donau-Auen y según la guía facilitada (Radarlaub), no veríamos un pueblo en varios kilómetros. El chico que nos atendió nos sugirió una variedad de salchichas. Estaban muy ricas.

Tras reponer fuerzas continuamos nuestra ruta. Ya no hacía tanto frío y la ruta fue más agradable. Pasamos por el parque nacional de Donau-Auen donde se encuentran uno de los principales humedales de centro europa, cuya extensión es de unos 9.300 hectáreas y discurre a lo largo del Danubio en 36 km.

Parque Nacional de Donau-Auen

Parque Nacional de Donau-Auen

Tras recorrer varios kilómetros, divisamos un enorme puente que supusimos que era el que cruzaba el Danubio dirección a Bad-Deutsch-Altenburg. Al llegar a su altura lo cruzamos para ir al margen derecho, la vista es muy relajante. El puente pasa por encima del Danubio, por debajo vemos varios canales, es una zona boscosa, todavía estamos en el parque nacional. Es un regalo para la vista. Para ir a nuestro hotel debemos retroceder unos cinco kilómetros. Tras varias cuestas llagamos a nuestro primer destino Petronell-Carnuntum, tras subir la última cuesta vemos nuestro ansiado hotel el Mark Aurel. Eran las 18.30 horas.

Dejamos las bicicletas en el garaje habilitado para ello. Estábamos bastante cansadas, así que tras una ducha bajamos al restaurante del hotel a cenar. Nos tomamos una sopa, seguido de un plato combinado, y no se si fue el descanso o el hambre saciado, pero nos supo a gloria. Tras comentar lo que haríamos al día siguiente nos fuimos a la cama.

Día 3: Etapa en bicicleta Petronell-Bratislava (38 km)

Etapa en bicicleta Petronell-Bratislava

Hoy el día prometía, no sólo porque el sol se asomó sino tambíén porque iba a ser más tranquila. Nos gusta la bici, pero sobretodo disfrutar del entorno. Tras el desayuno y dejar el equipaje en recepción nos fuimos a realizar la excursión que teníamos planeada para hoy y que era el motivo principal de que hubiéramos realizado una parada en este pueblo. Puede ser que alguno se haya lo haya preguntado.

Alicia fue la “culpable”, tenía mucho interés en visitar el Museo al aire libre Petronell, una de las tres partes que forman el parque arqueológico de Carnuntum junto con el anfiteatro Bad Deutsch-Altenburg y a Heidentor (la puerta pagana). El Museo resultó estar situado enfrente de nuestro hotel. La visita fue muy interesante además de encontrar ruinas y reconstrucciones de la Roma antigua, desde junio se podía visitar una reconstrucción completa de una antigua vivienda romana, de una Villa Urbana y de unas termas romanas. Lo pasamos muy bien visitando una escuela e incluso disfrutamos de sus juegos.

Juegos romanos

Juegos romanos

Una vez en ruta, de camino a Bad Deutsch-Altenburg visitamos el anfiteatro y cuando llegamos a la ciudad decidimo también visitar el museo romano.

Una vez realizadas las visitas propuestas para ese día continuamos por el margen derecho dirección Hainburg siendo muy agradable esta parte, ya que pasamos por una zona boscosa. El pueblo se encuentra a orillas del Danubio y tras pasar por debajo de las vías del tren y subir una cuesta entramos el pueblo, donde dimos una pequeña vuelta. Sin darnos cuenta llegamos a Hauptplatz una plaza que resultó estar muy animada.

Anfiteatro Bad Deutsch-Altenburg

Anfiteatro Bad Deutsch-Altenburg

Eran las 15.00 horas y vimos una terraza donde decidimos tomarnos una pizza que estaba muy rica. Sobre las 16.30 horas volvemos a ponernos en marcha por un camino que discurre al lado de la vía del tren. De repente vimos Bratislava al fondo, destacando el castillo…. Llegamos a hasta Wolfsthal un pueblecito muy agradable y a tan solo unos cinco kilómetros pasamos la frontera, sin apenas darnos cuenta. Ya en Eslovaquia estamos a tan solo seis kilómetros de Bratislava, el camino va paralelo a la autovía, se nota que estamos llegando a la capital. Al cruzar el puente para entrar en la ciudad el camino a nuestro hotel resulto ser un poco accidentado ya que apenas existen infraestructuras para las bicicletas y la ciudad se encuentra en obras.

...y de repente, ¡Bratislava!

…y de repente, ¡Bratislava!

La conducción de los eslovacos tampoco nos da ninguna confianza. Sobre las 19.30 horas llegamos al hotel Holiday Inn el cual se encuentra un poco alejado del centro, pero es nuevo y esta muy bien. Tras registrarnos en el hotel nos acompañan al garaje para dejar las bicicletas. Nos comentan que hay una piscina climatizada y sin dudarlo tras subir a la habitación y ponernos el bañador fuimos a darnos un baño que nos reconforto a las tres. Después, tras una ducha bajamos a cenar al restaurante del hotel. Agotadas nos fuimos a dormir. Al día siguiente descansaríamos de la bicicleta, pero teníamos que hacer turismo y conocer la ciudad.

Día 4: Día extra en Bratislava

Bratislava
Trenecito turistico por Bratislava

Trenecito turistico por Bratislava

Hoy lo dedicamos a visitar la ciudad de Bratislava. Al terminar de desayunar vamos a recepción a pedir información, nos dan un plano y nos dicen donde tenemos la parada de autobús más cercano. Para subir al autobús hay que comprar antes el ticket de viaje, cosa que resultó un poco complicado, ya que no todo el mundo habla inglés.

Al final una chica muy amable a la que le preguntamos nos ayudó y tras conseguir los billetes nos dirigimos al centro, sin rumbo, improvisando. Paramos cerca del centro y empezamos a recorrer sus calles, las cuales estaban muy animadas sobre todo por turistas. Nos dirigimos a la oficina de turismo donde obtenemos más información. Al ser lunes habían muchas cosas cerradas, así que nuestras opciones son limitadas. Decidimos hacer una ruta en un tren turístico con guía en castellano, es una grabación, pero nos dio una vuelta por el centro explicándonos los sitios turísticos más interesantes.

De compras por la ciudad

De compras por la ciudad

Después de la visita fuimos a comer a uno de los numerosos chiringuitos de la zona, elegimos uno con terraza, hacía un día estupendo y había que aprovecharlo. Tras reponer fuerzas continuamos con nuestro tour.

UFO

UFO

Dimos un paseo y fue muy agradable, ya que había mucha animación, “dotoreamos” en las numerosas tiendecitas y tras pedir un helado decidimos subir al UFO, (OVNI es castellano). Es un mirador, símbolo de la ciudad y se encuentra sobre el Danubio, concretamente sobre el Novy Most (puente nuevo). Hay que pagar unos cinco euros para subir a la torre y disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad, vale la pena.

Nosotras disfrutamos de un fantástico atardecer. También tiene un restaurante si quereis disfrutar de una cena con vistas. Tras la visita fuimos al centro, cenamos en una de sus innumerables terrazas y después cogimos un autobús de regreso al hotel.

Día 5: Etapa en bicicleta Bratislava-Moson Magyaróvár (52 km)

Alto en el camino
Vistas de la ciudad

Vistas de la ciudad

Tras desayunar salimos a las 9.30 horas. El día es soleado, la ciudad es un caos, pero pronto retomamos el carril bici y con ella ya a las afueras de Bratislava, la tranquilidad que nos brinda la naturaleza. La ruta es muy cómoda y discurre muy cerca del Danubio hasta Cunovo donde dejamos el carril y empezamos a circular por una carretera no demasiado concurrida, con apenas arcén, así que hay que tener un poco de cuidado ya que los vehículos van bastante rápidos. Enseguida nos encontramos con la antigua frontera hungará y es desoladora, está totalmente abandonada.

Frontera entre Eslovaquia y Hungría

Frontera entre Eslovaquia y Hungría

Seguimos por la carretera y pasamos por Rajka un pueblecito de ambiente rural y muy tranquilo, donde decidimos parar para tomar un tentempié. Continuamos dirección a Dunakiliti, pueblecito que nos llama la atención por los buenos hoteles que vemos. Una vez hemos pasado el pueblo cogemos el desvió por Feketeerdö para ir a nuestro destino. Seguimos por carretera cosa que no resulta agradable acostumbradas a la tranquilidad del carril bici. Sobre las 14.30 horas llegamos a Mosonmagyaróvár, conocido como la ciudad de los ríos y famoso por la alta calidad de sus aguas termales, una de las mejores de Europa. Es un pueblo bastante extenso y durante estos días se celebra un festival de música (del 19 al 24 de agosto).

Hotel Termal al fondo

Hotel Termal al fondo

El hotel Panorama viene bien señalizado y se encuentra a orilla del río Lajta. Decidimos ir a comer cerca del Hotel Termal, ya que llevábamos la idea de disfrutar de sus famosos baños termales, así que después de comer, sobre las 17.30 horas entramos a disfrutar durante un par de horas y relajarnos en el Spa. El precio es de 1600 UHF (florín húngaro) unos 6€.

Después del merecido relax fuimos a cambiarnos al hotel para luego ir a ver de qué iba el festival de música que se estaba celebrando. Llegamos a una especíe de plaza donde hay un edificio. Es como una casa de cultura o similar donde se esta representando una obra de teatro. Alrededor hay chiringuitos de comida rápida y un escenario. Decidimos cenar algo e irnos al hotel a descansar.

Día 6: Etapa en bicicleta Mosonmagyaróvár-Györ (59 km)

Etapa en bicicleta Mosonmagyaróvár-Györ
Infraestructuras de la playa de Mosoni Duna

Infraestructuras de la playa de Mosoni Duna

Tras desayunar como siempre nos ponemos en camino. Existen dos posibles ruta y tras estudiar ambas posibilidades, decidimos coger la ruta que discurre por los pueblos pequeños para evitar en la medida de lo posible el tráfico. Pasamos por Halászi, Arak, Darnózseli, Dunaszeg (ruta naranja de la guía Esterbauer) hasta llegar a Györ. Poco tráfico.

Llegamos sobre las 14.00 horas a nuestro hotel que resulta ser un antiguo convento de Carmelitas, esta reformado, pero mantiene toda su esencia. Tras ducharnos nos vamos a dar una vuelta por la ciudad para buscar un sitio donde comer. Vemos que la ciudad esta demasiado tranquila y es porque es San Esteban, fundador del Estado Húngaro, fiesta nacional. Tras comer decidimos conocer la ciudad. Gyor es una de las ciudades más grandes e importantes de noroeste de Hungría. Se encuentra en la confluencia de los ríos Mosoni Duna, Rábca y Rába, los cuales desembocan en el Danubio. Es un pueblo muy agradable y encantador. Es una pena que sea festivo, pero disfrutamos de su tranquilidad.

Playa de Mosoni Duna

Playa de Mosoni Duna

Dimos un paseo por la isla y nos acercamos a los famosos baños termales de Györ, que desde fuera parece un parque acuático. Esta a tope. Seguimos con nuestro paseo y descubrimos la playa de Mosoni Duna. Es curioso como aprovechan las orillas de los ríos. Tienen unas infraestructuras pensadas para el disfrute; chiringuito, pequeños cubículos para poder cambiarte de ropa y con mucho césped y árboles. Realmente es encantador.
Después de un chapuzón volvemos al pueblo caminando y vemos como hay largas colas en los puestos de helados. ¡Son muy golosos!. Tras cenar nos fuimos al hotel para descansar.

Día 7: Etapa en bicicleta Györ-Tata (72 km)

Györ-Tata

Salimos sobre las 10.00 de la mañana y las calles están muy animadas con todos los comercios abiertos, muy diferente del ambiente festivo del día anterior. En esta ocasión no puedo hacer el trayecto de Györ a Tata debido a un dolor en la corva y al ser la etapa larga y con subidas y bajadas no me quiero arriesgar, así que decido coger un tren hasta Tata que está a menos de una hora. Me dio pena no poder completar la ruta, pero más tarde me alegraría.

Almudena y Alicia comentaron que les costó mucho salir de la ciudad, les llevó casi una hora conseguirlo. Las indicaciones son muy malas, están bastante liadas y crean desconcierto. Al final un simpático barrendero en su bici las acompañó para encontrar el camino correcto. ¡Fue desesperante!

Pasaron por Nagyhegy y Szölöhegy donde observaron que además de no mejorar las indicaciones, el camino esta sin asfaltar. Este trayecto había sido bastante cansado. Cuando enlazaron con la carretera, a pesar del tráfico, se agradecía los carteles informativos y el pavimento firme. En Böngrétalap tomaron un refresco y continuaron por Bana, Balbona y Nagyidmand. A partir de este pueblo a Ács les sorprendieron numerosas subidas, ya que no aparecían reflejadas en el mapa y eran agotadoras. Desde allí hasta Tata desgraciadamente continuaron desgraciadamente las subidas y bajadas. ¡Agotadas! Llegaron a Tata a las 17.00 horas. No fue para nada una ruta para disfrutar.

Una merecida cena a orillas del lago

Una merecida cena a orillas del lago

Yo por mi parte llegue a Tata a las 11.30 horas y el tren me dejó en uno de los andenes. Para salir de la estación tengo que subir por un puente peatonal muy estrecho y con numerosas escaleras. Cosa que no resulta fácil ya que las alforjas siempre las llevábamos a tope. Aquí empiezo a notar y así seria a lo largo de la ruta que las infraestructuras no son muy adecuadas en absoluto. No quiero pensar las dificultades que tendría una persona minusválida. En la estación me encontré con una chica, Ursula, que me ayudo con las alforjas. Resulta que había estado estudiando en la Universidad de San Vicente del Raspeig en Alicante y estaba encantada de poder practicar su español. Estaba esperando a dos amigas suyas. Me invitó a quedarme con ella y pasar la mañana y así hice. Fueron muy amables y me enseñaron la ciudad de Tata, la cual se encuentra en un valle entre dos montañas, Gerecse y Vértes, es por ello que cuenta con numerosos lagos, manantiales y canales.

El castillo "desolado" iluminado

El castillo “desolado” iluminado

Es un pueblecito que emana tranquilidad. A la hora de comer decido dejar a mis nuevas amigas. Almu y Alicia me habían enviado un msm de que iban a llegar mas tarde, así que decido dar una vuelta por uno de los lagos, el lago Óreg-tó, (Lago Viejo), el más grande. Es estupendo y recomendable, con mucha vegetación. Veo un sitio ideal para comer con vistas a un bonito castillo del siglo XIV. Hay gente bañándose y otros haciendo remo. Después de comer decido visitar el otro lago (Cseke-tó), donde había gente pescando y un bonito jardín inglés con pequeñas cataratas y numerosos senderos. Tras mi pequeña excursión decido comerme un helado en una terraza muy familiar y leer un rato. En ese momento recibo la llamada de que por fin mis compañeras habían llegado.

Estaban muy cansadas, así que fuimos a pegarnos un baño al hotel y luego a buscar un sitio para cenar. Lo hicimos en un restaurante a orillas del lago Viejo. Nos sentó de maravilla, comentamos nuestras experiencias del día y pasamos un rato agradable. Después compramos un helado y dimos un paseo hasta el castillo que estaba iluminado. Había sido un día completito, cada uno lo había “disfrutado” a su manera.

Día 8: Etapa en bicicleta Tata-Esztergom (62 km)

Tata

Salimos de Tata sin complicaciones pero debemos subir una cuesta hasta Agastyan. Después nos espera un puerto muy duro. Las bajadas compensan el esfuerzo. Intentamos una ruta alternativa para no pasar por Tarjan, pero la falta de señalizaciones nos llevan a desembocar inevitablemente en este pueblo. Después viene Mehre y  tras el segundo puerto del día con subidas y bajadas llegamos a  Bajna. Tras esta ciudad  de  nuevo  volvemos a subir y bajar  hasta Tat, ciudad que tras 8 km nos conduce por sin a Esztergom. Volvemos a ver el Danubio. Todo carril bici.

Esztergom es una de las ciudades más antiguas de Hungría y algunos la consideran la Roma Hungará. Desde el siglo XI es la sede del primado de la iglesia católica en Hungría. Su  basílica situado en lo alto es centro de peregrinación.

Llegamos al hotel Sent.  Adalbert, justo al lado de la basílica. Se ve  claramente que es un lugar preparado para el peregrinaje. Nuestra habitación tiene seis camas. Es enorme. El baño esta fuera, pero somos las únicas que estamos en la planta con lo cual contamos con varias duchas, inodoros y lavabos.  Es sencillo, pero limpio.

Decidimos dar una vuelta por el pueblo el castillo y algunas calles. Todo es cuesta arriba con lo cuál las vistas son espectaculares. Desde aquí vemos la otra orilla del río donde se encuentra la ciudad eslovaca de Stúrovo, ya que en este punto la frontera es el Danubio.

Día 9: Etapa en bicicleta Esztergom-Budapest (84 km)

Esztergom-Budapest

El día de hoy prometía ser largo y muy cansado. Tras desayunar nos pusimos en marcha cogiendo el carril bici situado en el margen derecho del río, un tramo muy tranquilo. Tras unos seis kilómetros el carril bici se acaba y tenemos que coger la carretera con un poco de tráfico.

Cruzando con el ferry

Cruzando con el ferry

A unos cuatro kilómetros más adelante tomamos un desvío a la derecha para poder cruzar el río con un ferry hasta Szob, ya que había carril bici y además era la ruta recomendada para disfrutar de las vistas que nos iba a brindar otro de los famosos meandros del Danubio, el recodo que realiza el río en Visegrad. El ferry tardo un poco y nos fuimos juntando un grupo bastante amplio de ciclistas. Nada más llegar al otro lado cogimos una carretera que iba cuesta arriba, luego una bajadita y rápidamente enlazamos con el carril bici y las espectaculares vistas. Conforme avanzábamos veíamos como iba apareciendo imponente el castillo de Visegrad en lo alto de la montaña. Llegamos hasta Nagymaros para volver a cruzar con el ferry a Visegrad. Nos hubiera gustado visitarla, pero teníamos muchos kilómetros por delante y el pueblecito tenía mucho para ver como la Ciudadela, la Torre de Salomón y el Palacio Real.

Visegrad

Visegrad

Las vistas desde arriba debían de ser muy bonitas, así que si disponéis de tiempo y ganas hacer una paradita aquí. Nosotras dimos una pequeña vuelta y la verdad estaba muy animado, nos abastecimos en un supermercado y continuamos con nuestra ruta por el margen derecho hasta Tahi, ya que queríamos coger el puente hasta Tahitótfalu en Szentendrei Szige, la isla que queda en medio del Danubio. Nada más cruzar vimos una terraza muy animada y paramos a tomarnos un merecido helado.

Szentendrei Sziget

Szentendrei Sziget

Continuamos por la isla. La verdad era muy tranquila. Se circula por carretera, pero con muy poco tráfico, nos salimos de los caminos tradicionales, pero no había mucho que ver. Decidimos volver a tomar el ferry pasado Pócsmegyer. Al cruzar encontramos un sitio muy agradable donde decidimos parar a comer y echarnos un ratito. Tras el pequeño descanso nos fuimos a Szentendre un pueblo de artesanos, artistas y pintores. Vale la pena darse una vuelta es muy bonito y animado, además a tan solo unos 3 kilómetros hay un interesante museo etnográfico al aire libre (Skanzen), donde empaparse de la cultura campesina húngara.

Pueblo de Szentendre

Pueblo de Szentendre

La verdad el tiempo entre el paseo y las tiendas voló y todavía nos quedaban unos 20 kilómetros para llegar a Budapest. Desde Szentendre se puede coger un ferry hasta Budapest muy recomendable, para ir más tranquilos. Nos apetecía entrar a Budapest por la orilla del río ya que cuando lo hicimos en Viena nos pareció precioso, pero la entrada a Budapest no lo fue tanto, ya que se nos hizo de noche, estaba todo en obras y en más de una ocasión la ruta se desviaba teniendo que hacer cada vez más kilómetros. ¡Fue un poco desesperante!.

A la entrada de Budapest habían muchos chiringuitos a orillas del río y teníamos que ir sorteando a los camareros que pasaban con suculentos manjares. La ciudad iba apareciendo poco a poco y con la iluminación nocturna estaba muy bonita, pero no estábamos para apreciarlo, todavía teníamos que cruzar toda la ciudad para llegar a nuestro hotel. Eran cerca de las nueve de la noche cuando conseguimos llegar y dejar las bicicletas. Estábamos destrozadas, pero muy contentas de haber hecho nuestra segunda ruta, llena de contrastes. Ahora lo único que queríamos era ducharnos, comer algo y dormir. ¡Aún nos quedaban cinco días para disfrutar de esta bonita ciudad!

Días extras en Budapest

Hotel Gellert. Aguas termales

Hotel Gellert. Aguas termales

Bueno tras un sueño reparador, un buen desayuno y las vistas que veíamos desde nuestro hotel era suficiente recompensa para ponernos cómodas y empezar a descubrir esta bonita ciudad: Budapest.

Vistas desde el Bastión de los Pescadores

Vistas desde el Bastión de los Pescadores

Esta ciudad nos encandiló. Cualquier perspectiva te deja sin aliento, de día o de noche. Declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, el Danubio separa esta ciudad, en Buda y Pest, pero a la vez une sus dos orillas con sus ocho maravillosos puentes, destacando entre ellos el más antiguo, el de las cadenas.

Monte Gellert.

Monte Gellert.

Durante los 4 siguientes días disfrutamos de lo lindo. Estuvimos, como no, el primer día en el Hotel Gellert, famoso por sus majestuosos baños termales, un poco anticuados, pero vale la pena trasladarse en el tiempo y relajarse. Nos lo teníamos muy merecido después de los 84 km del día anterior.

Algunas visitas realizadas en Buda

– El barrio del Castillo. Es un conjunto monumental que no hay que perderse. Podemos ver el castillo de Buda, el Bastion de los pescadores (un mirador – fortaleza) y la iglesia de San Matías. Si sois golosos no olvideis ir a tomaros un café a la famosa pastelería Ruszwurm que data de 1827.

– El Monte Gellert que alberga la Ciudadela de Budapest, una fortificación situado en el punto más alto de la ciudad con unas vistas espectaculares.

Monumento a la libertad.

Monumento a la libertad.

Visitas que realizamos por Pest

Alrededores del castillo Vajdahundyad.

Alrededores del castillo Vajdahundyad.

– Pasear por la famosa calle peatonal Vaci Utca, llena de tiendas y bonitas cafeterías y por la Avenida Andrassy con bonitas fachadas y esculturas que desemboca en la Plaza de los Héroes cerca del Parque Municipal, un gran pulmón para la ciudad, es muy grande y cuenta cerca con el zoológico, un parque de atracciones y el castillo Vajdahundyad.

– La Gran Sinagoga, la segunda más grande del mundo.

La Gran Sinagoga de Budapest

La Gran Sinagoga de Budapest

– El mercado central. Es el mercado cubierto más grande de Budapest. Es muy bonito, se puede comer y comprar de casi todo.

Mercado Central

Mercado Central

– Budapest de noche.

Puente de las cadenas

Puente de las cadenas